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Chipote: La Celda 14.
Heyling Marenco y Bayardo Siles, de
Matagalpa, Nicaragua. Ambos activistas promotores y defensores de Derechos
Universales específicamente de la comunidad diversamente sexual. Somos estudiantes
expulsados de la Carrera de Trabajo Social por la promoción de la protesta
cívica.
En abril, nuestras vidas cambiaron.
Desde se quemó la reserva indio maíz, la aprobación de la reforma
inconstitucional del INSS, los golpes a los ancianos, los estudiantes agredidos
y el primer asesinado. Nosotros dos que hemos gritado solitos desde hace años
con un cartel en las manos en la calle central de Matagalpa o en las rotondas
de Managua, muchos de nuestros amigos se burlaban de
nosotros dos y pasaban con
los vidrios abajo diciendo:
¡Parecen babosos! ¡Busquen que
hacer!
Sin embargo, continuamos
denunciando y ADVIRTIENDO de que las actitudes y comportamiento del partido de
gobierno nos podrían llevar tristemente a un nuevo holocausto en este país tan
adolorido a consecuencia de las guerras y la cultura política. Por ello, continuamos,
desde siempre desacreditando las elecciones presidenciales y municipales del
2016 y 2017 promoviendo la campaña nacional #YoNoBotoMiVoto y el
#CircoElectoral.
También desde nuestra universidad
en Matagalpa, hace 3 años iniciamos un proceso voluntario de reflexión de la
cultura política nicaragüense en donde se basaba prácticamente en la lectura, análisis
y crítica constructiva de lo que denominamos “La pequeña república” con un
“pequeño gobierno” criticando a la Unión Nacional de Estudiantes Nicaragüenses
(UNEN). Con ellos analizábamos el primer escenario sobre la administración del
poder y los recursos, lo cual era un pequeño espejo de lo déspota y corrupto al
igual que el gobierno central. Y lo denunciábamos.
-Ya nos odiaban
con anticipación-
Era de esperarse que ambos fueran a
reaccionar dando la señal de partida para
la movilización y el pueblo acudió a un primer plantón en el parque Darío en
donde el gobierno al mismo tiempo movilizó el “festival en respaldo al
comandante”.
Desde ahí inició toda una campaña
de desprestigio en contra de Bayardo Siles en donde el foco de atención a la
crítica de su persona fue por el hecho de ser gay. En cambio a Heyling la
campaña se basó en su desacreditación por ser pro-aborto defensora de los
cuerpos en libertad.
El asedio con todas sus caras por
medio de las amenazas, golpes, empujones
hasta llegar al encarcelamiento y la utilización del abuso sexual como
herramienta de tortura para borrar todo pensamiento y sentimiento de
perseverancia no fueron suficiente para que desde el exilio en Costa Rica
callaran sus voces.
Bayardo salió de la celda 14, del
chipote y se reencontraron.
“Continúan trabajando por el Estado nación que urge, con precaución y
atentos a no reproducir los errores de la juventud pasada”
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