El Amor en Libertad.
¿Alguna vez has amado locamente? O ¿Has sufrido por amor y has dejado de creer en él?
– La
gente queda tan hastiada de los ciclos y callejones sin salida del romance, que
comienzan a preguntarse si existe algo que sea “amor”. Pues sí, existe. Pero a
menudo debemos de efectuar cambios de actitud muy profundos antes de poder
apreciar que es el amor y hacerle un espacio en nuestras vidas, sin importar,
su presentación. De igual manera, asumir su finalización.
Con mucha emoción sospecho haber reencontrado el secreto del amor innato,
ese amor verdadero que queremos encontrar. Me causa muchísima más emoción,
compartirlo con jóvenes contemporáneos que podrán reconocer la clave para
encontrar el equilibrio basado en la lealtad al propio sentir, la comunicación
clara y honesta con las otras personas. Para que, no vayan a sufrir ahora o más
adelante al encontrarlo tardíamente.
En el presente escrito comparto algunas reflexiones de información extraída
de personas especialistas en Psicología y la mente, también algunas reflexiones con un ser que me ha enseñado muchísimo, al igual que otro ser que hace poco me enseñó el secreto para ser feliz. Un tema interesante, fácil
de comprender o complicado, según nuestro querer.
Jóvenes y adultos, pretendo hacer una propuesta de protección de nuestro
propio self, sin caer en el egoísmo, control, manipulación o agresión al self
de otra persona. Vivir libre de ataduras emocionales, se trata de encontrar los
medios de protección de nuestro interior.
Dentro de un ambiente universitario en donde predomina la etapa de la
adolescencia y la adultez temprana, que muy bien sabemos que es en donde el
amor es tan solicitado sin previa revisión de nuestros intereses frente a otra
persona y que constantemente somos envueltos en un círculo vicioso de
sufrimiento por no reconocer que el amor es algo distinto de lo que nuestra
cultura nos lleva a esperar, por ejemplo, el palabrerío sentimental que nos han
enseñado a aguardar un final feliz y un “vivieron felices por siempre” y no es así.
Es por eso que retomo una de las frases más importantes que podríamos
guardar en nuestras mentes y que se propone para la reflexión de este pequeño
documento, para que siempre dejemos entrar y despedir al amor con armonía. “Ama, y permanece en silencio”. [1]
Los psicólogos P. Shaver y J. Schwartz descubrieron que el amor, cariño,
afecto, atracción y cuidado, constituían un bloque bastante uniforme. Concluyeron
que la concepción que tenemos del amor resulta muy compleja y no existe una
delimitación manifiesta entre amor, sentimiento o emociones parecidas. [2]
La conceptualización más importante que congrega a un mayor número de
expertos acerca de cuáles son las bases para considerar “amor”, es la Teoría
Triangular de Sternberg. Esta categorización se construye a base a tres
dimensiones o elementos esenciales en el amor, que son estos: Pasión, intimidad
y compromiso.[3]
Pasión: es el estado de excitación física y mental. La atracción entre dos
o más cuerpos y el deseo sexual, son sus partes básicas. Osea, la persona debe
de ser deseable como pareja sexual.
Intimidad: se expresa como un sentimiento de unión, proximidad y afecto hacia
la otra persona, así como la preocupación para incrementar su bienestar, para
proporcionar y recibir apoyo sentimental y comunicar las opiniones y emociones
personales, así como escuchar y atender las del otro.
Compromiso: puede expresarse a corto plazo como la decisión explicita de
querer compartir tiempo y espacio, o a largo plazo como el compromiso de cuidar
y alimentar ese amor.
Esta combinación de intimidad, pasión y compromiso desencadena lo que
Sternbert definió como amor completo o
amor perfecto. Según el autor, es el tipo de amor que todos aspiramos
vivir. No es ninguna exageración afirmar que el amor perfecto es difícil de
conseguir, y mucho más de mantener.
Es de suma importancia reconocer que la preparación de las bases para
construir un amor perfecto se basa en la reciprocidad de las acciones en cada
uno de los tres elementos. Sin embargo, esto es lo que lo hace un tema
maravilloso. En la mayoría de los procesos sutilmente nos damos cuenta que
estamos creciendo en conocimiento cuando de amor o desamor se refiere y
llegaremos a darnos cuenta de que solo podremos llegar a amar en libertad
cuando nos amamos y nos respetamos a nosotros mismos.
Si, amarnos a nosotros mismos nos permite acceder de una manera segura al
aventurarnos a una relación de pareja, trío o cuarteto, etcétera. A como nuestra
imaginación o deseo nos solicite. Es aquí, que te planteo la posibilidad de
expandir la manera de verte a vos mismo desde el exterior y proponerte pensar en
que si quieres continuar reproduciendo patrones de pertenencia que se practican
actualmente que lo único que provocan es dependencia, egoísmo, violencia y
muchas veces la destrucción de nuestras vidas, solo, porque alguien no nos
corresponde y exigimos que esté con nosotros.
Las etiquetas –y esto es solo un pequeño tema- hacen mucho daño, todo
nuestro lenguaje ha sido estructurado para reforzar los conceptos erróneos que
hemos heredado sobre el amor. Y al menos aceptemos que no es sencillo
reinventar nuestro lenguaje. Por ejemplo: eliminar los “mis” es de suma
importancia: mi novio, mi novia, mi esposa, mi esposo, mi amante, etcétera. Esto
indica posesión y son parte de esa estructura mental que no nos deja amar en
libertad. Sugiero esfuerzos consientes para esa transformar eso.
El construir necesidad y dependencia emocional en lugar de amor, es muy
frecuente y es muy triste y eso solo nos deja ver el poco trabajo personal que
hacemos, la tendencia de poner a los demás en el centro de nuestras vidas nos
habla de la falta de autoestima. –Este es otro pequeño/gran tema en este
asunto-
Pero, ¿sabías que hablar de amor es
súper sencillo? No hace falta entenderlo mucho, es más fácil si le permitimos
movernos el piso y nos atrevemos a ver todo lo que nos muestra sobre nuestros
miedos, nuestras carencias, nuestros límites. El amor puede ser una ruta de
sanación personal, no es tan sencillo desnudar el alma ante nosotros mismos,
pero vale la pena ver hacia dentro y
re-posicionarnos.
Comparto esto con la intención de evitar crearnos pequeños infiernos,
porque nos demandamos cosas a nosotros mismos cuando no estamos preparados y
eso es una especie de deslealtad, porque parte de no escuchar lo que realmente
sentimos. Y de paso demandamos igual –o más- a la otra persona y acabamos
haciéndonos daño.
En fin, transparencia es para mí una palabra clave en esto, transparencia
hacia dentro y hacia fuera.
En conclusión, sugiero que antes de aportar a una relación de pareja, trío,
cuarteto, quinteto, o a como a vos te guste y sientas las ganas de construir amor,
tengas presente las bases. Esos tres pilares principales que podrás ir tachando,
haciéndote un auto estudio sencillo sobre del cómo va avanzando la relación o
se va desvaneciendo.
¿Has notado que he evitado las etiquetas? –Es porque el amor no tiene cara,
edad, sexo, religión, formalismo legal, ni practica políticamente correcta.
Cuando sientas la necesidad de amar solo tenés que tener presente: si lo
deseas, si la otra persona lo desea, si esta dentro de lo legalmente permitido
y conformar antes de cualquier otra cosa, una amistad. Pendientes de nuestro
sentir y capaces de discernir de la
relación en el momento que sea. Sin resentimiento.
Amate vos mismo.
Bayardo Siles
https://www.facebook.com/Bayardosiles
bayardo.siles@gmail.com
Bayardo Siles
https://www.facebook.com/Bayardosiles
bayardo.siles@gmail.com
Bibliografía
1- Shaver, P. R.,
Wu, S., & Schwartz, (1992) Cross-cultural similarities and differences in
emotion and its representation: A prototype approach.
2- Sternberg, R. (2004). A Triangular Theory of Love. In
Res, H. T.; Rusbult, C. E. Close
Relationships. New York: Psychology Press.
3- Johnson, Robert A. (2008) “Del amor humano”
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