sábado, 5 de octubre de 2013

Casi Descubren A Mi No-Novio.

Viví en un pueblo pequeño, infierno grande...


Antes de hablar, es importante tener en cuenta tres cosas: que lo que se vaya a decir sea verdadero, que haga el bien a otros y, finalmente, que sea necesario decirlo.

Todos los seres humanos –en mayor o menor medida-, en muchos momentos nos sentimos atraídos por este famoso término: el chisme. Hablar de otros, de lo que pasa con la vida de los demás, de quiénes empiezan una relación y quiénes la terminan, quiénes pasaron un parcial y quiénes lo perdieron, quiénes estuvieron en un paseo y quiénes no, cómo estaban vestidas las personas en un evento social, entre muchas otras cosas. Todas estas cosas acaban siendo una fuente de conversación que con mucha frecuencia hacen daño. No sólo a quienes están siendo víctimas de la crítica, sino también a quienes están criticando. 

Hace poco conversé con una compañera de trabajo y le compartía que cada vez disfrutaba menos mi almuerzo al estar rodeado de personas que constantemente tienen la necesidad de estar sabiendo y preguntando sobre mi vida, (esa es la actividad principal del pueblo en el que vivo actualmente). Constantemente me siento vigilado y perseguido por las miradas y los murmuros que capto visualmente. 

¿Me estaré comenzando a pre-disponer?¿Será que me veo bien gay?, o ¿paso por místico, pedante? o ¿soy guapo? aun no lo sé...   

Hice un ejercicio fuerte para constatar de que si soy yo era quien estaba de alguna manera a la defensiva, y pues me está gustando el jueguito.

Vean les cuento:


Ya casi, aproximadamente 4 fines de semana, mi  pareja ha estado visitándome en mi choza esa de la imagen, en el pueblito donde vivo actualmente por cuestiones laborales. Es un joven entusiasta, buenísimo para socializar, activo y de cara tierna. (casi siempre en la primera impresión cae bien el mae)

Pero  trataba de no insertarlo de lleno dentro de sociedad pueblerina, por que podrían persuadirlo y sacarle la verdad. Y si me preguntan si me da miedo de que esa gente se de cuenta que soy un chavalo alternativo, pues SI y mucho  posiblemente no lo entiendan y me agredan :(

La dinámica de pueblo me ha enseñado mucho a callar y actuar en el momento y los lugares indicados.

Pues dije y he dicho: es mi hermano. jejeje

Seee dije que es mi hermano!!!! tenemos ciertos rasgos físicos en los que nos parecemos, ademas con mínimos de edad de diferencia :), pero bueno no se me ocurría nada más. 

La primera vez que llegó, el mismo ayudante del bus me gritó "avisándome" Bayardo!!!!! Aquí viene tu hermano!!!!!

y por supuesto que todo el pueblo lo escuchó.

Terrible.

La gente salió de las casas, tenia visitas constantes en mi casa, tocaban la puerta para "saludar" y siempre hacen la famosa pregunta: 

¿Son hermanos? jajajaa muero....

 Claro que en las mentes mas jóvenes que viven su homosexualidad de una manera cerrada y muchos de ellos no se atreven a experimentarla. Yo estoy causando revuelo y choques importantes para quienes no se equivocan en sus percepciones.

Hay sus cuantos y cuantas que no se creen el cuento, pero están en el mundo de la duda y la intriga. Es mejor que se quede así.... Para evitar conflictos y malos ratos, por esta ocasión me quedo callado.

Por que puedo generar conflictos y  los conflictos terminan siendo la consecuencia de la distorsión de la información, distorsión que propician y mantienen las mismas personas al hablar más de la cuenta.

 Muchas veces nos dejamos seducir por esta tentación por caer bien, por entrar en un grupo, por quedar bien ante otras personas, o simplemente por el ‘placer de cuechar’, como alguna vez escuché que decía alguien. El gran problema de hablar sin pensar, pero sobre todo sin tener la certeza de que lo que se está diciendo es cierto, es que se hace un enorme daño, daño que muchas veces es irreversible porque las palabras dichas y el daño causado por ellas generalmente no se pueden borrar. Aún en los casos en que quienes fueron víctimas de un chisme malintencionado sobre algo que no era cierto logran demostrar que era mentira para reconstruir su imagen, su reputación, lo dicho, dicho está. Y cuando se acaba con la reputación de una persona es muy difícil volver a recuperarla. 
 
Los grandes sabios y maestros a lo largo de la historia han enfatizado siempre en la importancia del silencio, de hablar menos, de ser más conscientes de lo que decimos. Desafortunadamente es una lección que a todos nos ha costado aprender y que muchas veces sólo aprendemos cuando ya hemos sido víctimas del daño que alguien nos hizo con un chisme, o cuando de alguna manera se nos devuelve el daño que le hemos hecho a otra persona por hablar más de la cuenta sin saber a ciencia cierta si lo que decimos corresponde a la verdad.

Hablar es un acto automático y por eso mismo es difícil pensar antes de hacerlo. Pero como todo es difícil antes de ser fácil (Nardone, 2009), es muy útil y benéfico acudir a la sabiduría de los grandes maestros, quienes plantean que antes de hablar es importante tener en cuenta tres cosas: que lo que se vaya a decir sea verdadero, que además le haga un bien a los demás y, finalmente, que sea necesario decirlo. Si lo que vamos a decir lo pasamos antes, mentalmente, por estos tres filtros, vale la pena decirlo. De lo contrario, siempre es mejor el silencio. 

¿Chisme combinado con pueblo chico?

uuuuyyyyy chiva chiva ;)

Con mucho gusto para ustedes, 
Bayar


jueves, 9 de mayo de 2013

El Baño Mi Confidente II


El Baño Mi Confidente II


14 años he cumplido, soy un adolescente que empieza aquel recorrido de muchas aventuras del porvenir. Ando emocionado, distanciado de la realidad y sus complicaciones, explorando, experimentando, conociendo, practicando muchas cosas de las cuales hoy en día nunca más ignoraré.
Ya ha pasado un año después de aquel encuentro esperado, la relación perfecta para mí, en donde solo yo la vivía como un sentimiento de amor.  Llevaba 1 año teniendo relaciones sexuales con un hombre de 33 años. Un hombre, al que nunca le escuche la vos. Un hombre con el cual nos comunicábamos con miradas y señas. Era raro. Pero yo la vivía como “la relación perfecta”.

 En una de las mañanas en las que amanecía en su cama. Mi abuela me vio entrar a la casa a eso de las 5 de la mañana, y me hizo la peor de las preguntas. Esa pregunta que jamás esperaba que me hicieran, me bajo la presión y me abrió los ojos:

Hijo, ¿vos estas teniendo relaciones sexuales con ese señor? —Preguntó ella.

(……) un minuto de silencio, un minuto con ansiedad, un minuto con ganas de gritar SI y sentirme orgulloso de que encontré el amor, un minuto de frustración, un minuto de llanto.
Ese minuto, me delató…

Ese minuto me hizo sentir devastado, porque sabía que mi abuela no iba a quedarse callada. Sabía que se venía una tormenta de problemas, discusiones, y que me separarían de él.

Lo primero que se me vino a la mente, es que me separarían por que la relación de hombre con otro hombre no es correcta y hoy en día me doy cuenta de que eso era lo de menos. A mí me separarían de esa persona, porque estaba pasando el típico caso de ¡abuso sexual!, el cual; yo no lo sentía así.  No lo sentía así…

Mi abuela presionó para que mi mama hablara con mi vecino. Dialogar para que parara esta situación, y si no lo hacía ella lo iba a denunciar por abuso sexual. Todo esto pasó sin darme cuenta, yo lo busqué y busqué… yo me quedaba casi toda la noche esperando en el porche de mi casa, estaba pendiente durante el día, y ver que llegara a su casa, y no estaba. Se había ido, no sé a dónde… A los 5 meses el regresó, y me di cuenta de que había llegado. Pero acompañado por una linda muchacha, la cual la hizo su esposa.

Momento de confusión—Era lo único que sentía.

Combinación de tristeza, alegría, miedo, decepción y un toque de madurez de mi parte. Me he caracterizado por ser inteligente y analítico de las realidades. Me costó canalizar esas energías, aproximadamente medio día para saber, de que era lo correcto. Y mi expresión pasó a ser de felicidad y orgullo.

Mi vida continúa—Me dije.

Esta era mi segunda señal fuerte de lo que iba a ser, una vida muy difícil. Por un tiempo me olvidé de las relaciones afecto-amorosas, me olvidé de aferrarme a alguien. Imagínense que yo tenía relaciones sexuales con este maje y no sabía que era masturbarme, no me conocía el pene, no sabía que podía sentir orgasmos. Definitivamente estaba siendo utilizado como un objeto sexual para dar placer y no recibir.

Inicié mi etapa de reflexión y experimentación…

Reinicié a relacionarme con los y las chavalos/as del barrio. Estaba recuperado, estaba reanimado. Tratando de disfrutar mi adolescencia. Pase dos años completos sin tener relaciones sexuales, porque mi mente estaba distraída con la nueva era de problemas financieros en mi familia, a mí me perjudicaba y me daba cuenta, cuando debía tener zapatos nuevos, uniforme escolar nuevo, cuando ya no compaginaba en el círculo social escolar por no tener dinero. Cuando llegaba a casa después de clases y no encontraba comida y ni a nadie de mi familia.

Fue una etapa muy dura, pero no imposible de superar…

Salí de casa a aventurarme, a experimentar otras vivencias que pudiesen solventar esas necesidades que eran más importantes y urgentes de atender. Mi primer trabajo fue elegido como si fuera la única alternativa para poder obtener dinero, con esto no quiero decir que este tipo de trabajo es malo ni nada fuera de normal. Trabajé en el bar del hermano de mi madrastra a mis 15 años. Sentí que si tenía los recursos y fuerza necesaria para hacerlo. Era un joven muy presentable, carismático, atento y muy buen servidor. Ganaba mensualmente 800 córdobas más 20 córdobas diarios en la noche para regresarme en taxi a mi casa. Los días se hacían rutina dentro de los gritos del jefe y el maltrato de los clientes que en medio del alcohol los justificaba como “así son los borrachos”. Cada noche de cansancio terminaba con dejar limpio el local, rellenada las refrigeradoras, ordenada la bodega con las cajillas vacías. Eso era diario, ese es el trabajo de varios jóvenes del día de hoy, que creyendo que tener 800 pesitos en la bolsa es lo más grande que pueden alcanzar. Hoy en día es el valor de uno de mis almuerzos. Dentro de esos 8 meses laborales en un bar, si no recuerdo mal se llamaba “Bar Escorpio” nunca me vine a mi casa en taxi, porque quería ahorrármelos para llevar esos 20 córdobas a clases y no irme en taxi. Cabe mencionar, que yo salía del trabajo después de la media noche, diario.

En una de esas salidas por la madrugada, yo rodeaba el parque Morazán para que mi jefe no me viera que me iba caminando. Para eso el me entregaba los 20 pesos y seguro me regañaría, él era consciente del peligro que la noche ofrece.

Esta noche era diferente, por eso sentía ansiedad de que mi jefe me viera cuando nunca dentro de estos 8 meses me había importado, algo pasaría.

Inicié a caminar muy lento y cansado, recuerdo que había agarrado un cigarro que estaba en una mesa, me lo iba fumando tan deliciosamente que ni cuenta me di cuando un joven en estado de ebriedad se me acercó, ni tan mareado y ni tan sobrio. Estaba picadón. No era feo y parece que me conocía y decidimos caminar juntos rumbo a nuestras casas “acompañándonos”.

Tras avanzábamos por las calles frías rumbo a casa, daba la coincidencia que él vivía por la misma zona, como íbamos dos asegurábamos que no podría pasarnos nada si nos pasábamos por el campo “Elías Alonso” el cual nunca ha contado con energía eléctrica ni luminarias que hagan más seguro el andar por esos lugares que se utiliza como atajo para los barrios ubicados a las orillas de Matagalpa. Pues confiados continuamos caminando por el vacío, lugar el cual solo contaba con tres grandes árboles de mango y una tarima al fondo.

Llego el momento de pasar por los árboles— Pensé yo.

Volteé a ver disimuladamente a mi acompañante sospechando algo de él y su próximo movimiento. Si, algo iba a decirme y yo lo había captado antes. Presentía morbo.

Da la vuelta a tu izquierda y camina hacia la tarima—Me dijo.

¿Como para que o qué? —Contesté.

Y de repente de los únicos árboles que había en el campo, se bajaron 3 tipos más quienes sabían sobre esta situación. Mi mente quedó en blanco y solo me deje llevar por los cuatro tipos que celebraban con anticipación su logro de este “culito” “por fin”— Decían. Fuimos a la tarima, yo relajado a pesar de la situación y muy concentrado pensando en las posibles soluciones que podría tener esta situación. Pues me puse a negociar…

Mira lo que vas a hacer—Decía el que me encontré y me llevó a esa situación.

Vas a comenzar mamándosela a cada uno de nosotros, nos vamos a acostar aquí en la tarima y vas a iniciar conmigo, luego de eso cada uno de nosotros te la vamos a mater, después decidiremos qué vamos a hacer con vos. Pero, espero cooperes o te vas a ganar una estocada con esta preciosura (cuchilla de más de 20 cm).

Concéntrate—Me decía yo.

Chavalos, voy a hacer todo lo que ustedes me digan, solo no me hagan daño y no me golpeen— Les dije yo.

Me provoqué algo de morbo intentando comenzar con el que era el más simpático, de todas maneras, no estaba tan mal… Así se me haría más fácil poder pensar con claridad algún plan de emergencia y auto rescate. Inicié a besarme intensamente con el joven, mientras los demás comenzaban a tocarse entre ellos, posiblemente las porno en vivo era una rutina o sueño frustrado de grupo y lo estaban cumpliendo. Continué poco a poco a rozar mis dedos suavemente por el abdomen de este tipo, pidiéndole que se acostara en la grama, y de igual mente iba orientándole a todos que lo hicieran, me hacían caso.

Eran 4 hombres con todas las energías del mundo y recargados de furia sexual provocada por tanta cocaína que habían inhalado a parte del alcohol, que detecté que eran casi robot obedeciendo mis órdenes.

Vamos a hacer lo siguiente—Dije yo.

Voy a comenzar a mamárselas, pero necesito que cuando vaya a hacerlo con cada uno, se suban la camisa tapándose las caras—Expresé

¿Para qué puta querés que nos subamos las camisas? —Dijo uno de ellos.

¿Y para que puta les voy a estar viendo las caras? O ¿acaso te gusta verles la pija a estos majes? —Pregunté. Confrontando la poca hombría que les quedaba.

Aceptaron mis condiciones con tal de que me apurara a mamarla, pasó el primero y le subí la camisa, al segundo tapándole la cara y haciendo que este tocara al primero mientras avanzaba con los demás. La idea de la camisa tapando sus rostros fue con la intención de confrontar su “dignidad de hombre”. Ya que les daba vergüenza tocarse entre ellos mismos. Y a la vez iba bajando sus pantalones hasta los tobillos y amarrando sus fajas suavemente mientras ellos estaban intensamente tocándose y haciéndose sexo oral sin darse cuenta de la trampa que les tenía…

Cuando estaba con el cuarto hombre haciéndole sexo oral, me estaba poniendo nervioso porque se acercaba lo que iba a ser la culminación de este episodio terrible de mi vida, ya tenía mi ano sangrando. Cuarto chico, casi termino por amarrarle la faja en los tobillos, los demás siguen besándose y masturbándose entre ellos y sudando y mi mandíbula muy cansada.

¡Corré, corré, corré! ¡Ya están amarrados de sus pies y tapadas sus caras! Es tu oportunidad de tirarte de esta maldita tarima—Pensaba yo.

Con todo el nervio que jamás había experimentado, decidí tirarme de lo más alto de la tarima y ¡corrí, corrí, corrí! Lloraba del miedo, pensando que los traía muy cerca de mí y me iban a hacer desastres. Ellos escucharon cuando salte de la tarima.

¡Se está corriendo! ¡Agárralo, corré, apurate y matalo a ese hijueputa! —Gritaban ellos.

Yo creyendo que iba lo más veloz que podía, rodeaba cada una de las cuadras del barrio con la intención de confundirlos, pero fue una mala idea. Ellos nunca cortaron camino y no perdí distancia con ellos. Tanto a sí, que a la hora de subir la gran colina en donde está ubicada mi casa, yo cansado y con la lengua de fuera, voltee a ver hacia atrás y tenía a los 4 chavalos a solo media cuadra detrás de mí. El miedo se apoderó de mí, como mecanismo de escape y sentí mucha energía en mis piernas que comencé a correr cuesta arriba, y de un solo tirón. Observaba que en los ventanales de mi casa había un reflejo producido por el televisor encendido.

¡Alguien me salvará, estoy a salvo! —Pensaba yo.

Resulta que llegué a mi casa golpeando fuertemente la puerta de mi casa, gritando y llorando porque atrás de mí estaba los 4 hombres.

¡Abrime!, ¡abrime!, ¡abrime! —Gritando yo.

NO, no te voy a abrir la puerta si no tocas bien—Contestó mi hermano quien miraba televisión a esa hora.

Yo me desvanecí esperando lo peor para mí cuando me tocaran esos hombres de nuevo, y de repente los dos perros de mi casa (Cherri y Tarzan) atacaron a los hombres antes de entrar al perímetro de lo que es el patio de mi casa. Si, esos dos inmensos perros a quienes yo crié y dormían conmigo en mi cama, me devolvieron el favor de salvarnos la vida.

Pasé 1 mes encerrado, pensado que podía encontrármelos en cualquier lugar, cada día enfermaba más, sangraba y nunca me atendí. Hoy en día, solo son parte de un recuerdo más.

Y mi hermano paso a ser, el ser más despreciable para mí…

jueves, 11 de abril de 2013

El Baño Mi Confidente I





El baño mi confidente I

Aquel espacio de metro y medio por cuatro metros de largo… es mi espacio, es mi amigo, es mi mundo. Para mí es más que aquel lugar en donde me baño, me mimo y que recibo placer de mí mismo al quererme, abrazarme, ver como esta mi cabeza, manos, hombros, pecho, estomago, en fin…  Las partes de mi cuerpo. Hoy en día puedo decir, que me considero una persona que siempre he actuado desde el sentir y soñar, pero, construyendo, muchas de las cosas que he realizado en mi vida han sido planificadas, analizadas y meditadas en frente de la ducha. Justamente minutos antes de abrirla e iniciar a bañarme, mis procesos de transición y empoderamiento especialmente. Decisiones, del como dirigiré mi vida y que haré con cada una de mis etapas de crecimiento, así mismo de cada uno de los procesos que enfrentare, hasta de cómo es que algún día moriré.

Si, hasta de como moriré…

Hoy quiero escribir y compartir un momento de mi vida que pasé en mi adolescencia y que analicé sigilosamente en mi baño, mi confidente…

Un martes de agosto del año 2004, tuve mi primer sentimiento de atracción por una persona. ¡Era extraño!, era como si esa persona tuviese un imán que hace que yo me acerque y siempre este viéndolo, y que en su momento se convirtió para mí, en lo más bello sobre la faz de la tierra. Causaba en mí, muchas “cosquillas” en el estómago. El morbo por primera vez me envolvía en su máxima expresión. Fue incontrolable aquella sensación de apego imaginario, que se apoderó de mí. Y… tuve que acudir a mi amigo, mi ayudante, mi confidente.

¿Me siento feliz? —Pregunté
Si— me dije.
¿El será feliz? — pensaba yo.
Simplemente— No tuve respuesta.
¿Sabrá que existo? —Y tuve un sentimiento de frustración e incógnita.
Averígualo— me dije.

Esta persona a quien yo tanto admiraba, y que para mí en esa etapa de mi vida se convirtió en el mejor o peor maestro, en la búsqueda de mi identidad. Era mi vecino, un hombre de 32 años y yo 13, en esa etapa de mi vida, que comencé a analizar los diferentes estilos de relaciones que existían. Y me refiero a las “normales” en donde las conforman las parejas heterosexuales (hombre-mujer). Mi mundo se hacía pequeño pensando en las dificultades que podría enfrentar en la vida social, si la gente se diera cuenta de que tendría relaciones “no normales” según el contexto. Pero en ese momento ganaba más el morbo de verlo, abrazarlo, tocarlo y sentirlo, estaba casi convencido que tendría que acercarme para ver que podría obtener, sin que nadie se diera cuenta. Lo veía como en las novelas sobre los (amores prohibidos y secretos).

En una de las noches en donde el grupo de amigas y amigos que teníamos edad en común, estábamos jugando en frente de la casa de este hombre, que me gustaba mucho.

Es mi oportunidad— Dije.
Jugamos y jugamos, mientras las madres llamaban a cada uno de sus hijos e hijas.

 ¡Chavaaaalo, chavala! vení a acostarte que mañana vas a clases— Gritaban las madres.

 Y uno a uno se retiró a su casa. Solo quedamos el hermano menor del maje que me gustaba (que es de mi edad) y yo. Como éramos los olvidados, los necios, los malcriados, no nos llamaban. La noche se tornó más interesante cuando me propone mi amigo que veamos películas en su casa, pero allí estaba el hermano mayor. Así que me pidió que me portara muy bien. (Si me preguntan que si lo escuche) ¡NO!   Yo estaba emocionadísimo por ya entrar a la casa y ver “películas”. Yo reía de la nada, sudaba, me ponía rojo, temblaba, me emocioné tanto de estar a su lado que tuve demasiadas cosquillas en el estómago que me dieron nauseas. Fue raro, estaba demasiado nervioso, solo con tenerlo alado y sentir su perfume. Y mi mama que no me llamaba, y de repente el mando a dormir a mi amigo. ¡Casi morí!

Estaba temblando más, sabía que el baño no se había equivocado—Pensé.

Para disimularla un poquito, fui a afuera de su casa para ver si mi mama ya había apagado las luces y así darme cuenta de que estaba dormida. Y en efecto así era. Regrese a la casa del maje.

Mi mama me dejó afuera—Le dije con cara de niño mimado.

Pues si querés, podes quedarte aquí—Dijo con esa sonrisa sarcástica que inmediatamente descontrolaba las cosquillas en mi estómago.  

¡Esa risa la amé!

No quise apresurarme esa noche, ya tenía realizado el primer paso de acercamiento, me relajé y las películas diario en las noches se convirtieron en una actividad fija de los dos. Era lindo, era enigmático todo aquel misterio que me rodeaba y me gustaba. Hasta que un día, el baño me orientó otra cosa mucho más atrevida…

miércoles, 9 de enero de 2013

Mis Cumpleaños con Dolor.

Mis Cumpleaños con Dolor.

Nací en el Hospital Bertha Calderón de la Ciudad de Managua en Nicaragua el 17 de setiembre de 1990 consecuencia de que mi abuela corriera a mi madre en sus últimos meses de gestación y es llevada por una tía a la capital para ser atendida en el parto y operarla para evitar más embarazos. Vine a este mundo bajo complicaciones y rechazos. Legalmente, en mis documentos de identidad aparezco que nací el 27 de setiembre, un error del Consejo Supremo Electoral de Nicaragua que no me di a la tarea de componer, porque, no lo veo relevante en mi vida. 

Haber nacido el 17 de setiembre me hace ser del signo Zodiacal Virgo. Este signo representado por una mujer bella y limpia que expresa rigidez, desconfianza y mucho orden. Cosa que me ha caracterizado muy bien en mi forma de ser. 

Tengo graves situaciones que ocurrieron y ocurrirán cerca de la fecha de mi cumpleaños o por motivos de mi cumpleaños, que son suficientes cómo para satanizar esta fecha, me da miedo que venga el mes de setiembre. Y es que, a través de los años y una nueva predicción me dice que cerca del 17 de setiembre vienen situaciones dolorosas. 

En el pasado, motivo de mi cumpleaños, mi padre fue presionado para que llegara a la casa. Mi padre siempre se reusaba a llegar a vernos, y si llegaba era por que no tenía donde dormir o quería tener relaciones sexuales con mi madre. Todo, menos verme, por que fui negado desde mi nacimiento y reconocido legalmente hasta los 13 años. El asunto es que, para un 17 de setiembre de 1996 mi padre llegó a casa luego de un viaje, el era trailero. Se encontraba en la mesa, cenando gallo pinto con cuajada y tortilla. Mi mama y yo en una mecedora viendo el típico final de una telenovela. Ese típico final en que se está casando (un hombre y una mujer) y viven felices para siempre... Yo estaba cumpliendo 6 años, y espontáneamente se me salió decir: "que no entendía la novela y pregunte: mama, ¿Porqué se está casando un hombre con una mujer? porque, yo cuándo sea grande, quiero casarme con un hombre". Mi papa inmediatamente comienza a toser, se estaba ahogando con un frijol del gallo pinto y entre palabras mal dichas y tosedera me dijo: "estás loco chavalo" ¡es que no estás viendo la novela! ¡Vos sos hombre, y los hombres se casan con las mujeres! 
Ese día yo perdí a mi padre, el se fue para nunca volver... solo me dejó un sobrenombre, "Maritza" me decía, haciendo referencia a "marica", luego solo lo veía mimando a mis hermanos menores, comprándoles cosas y yo solo observaba. Excluido por que para el mi orientación sexual era dudosa. Ese cumpleaños en 1996 dejé de tener padre. 

El setiembre de 2013 representará un año difícil para mí, aparecerá Rosario Murillo, con su poder y persecución hacia su hija Zoilamérica, mi jefa, a la cuál le confiscará la organización: Centro de Estudios Internacionales (CEI) en dónde yo trabajaba. Dejándome con mi primer deuda la cuál no podía costear a consecuencia de aceptar un crédito en una casa comercial como regalo de ella y "amueblar mi apartamento" y es que, aunque muchos no lo saben, Zoilamérica Ortega Murillo se decía ser mi "mama postiza" algo parecido a una adopción simbólica y en mi cumpleaños me llegará un embargo por el cuál no tengo acceso crédito, dejando mi récord crediticio muy mal, ni vendiendo las cosas me dará para pagar por los dos años de antigüedad de los electrodomésticos. Ella se va a ir y se va a desaparecer. 

En el 2015 va a morir mi mejor amigo, Adonis Velásquez. El y yo, cumplíamos año el mismo 17 de septiembre. Éramos muy parecidos en muchísimas cosas, con el me sentía acompañado,  era mi cómplice en mis andanzas sexuales y yo en las de el, era gay también, parecía mi gemelo. Para setiembre viajaré a Honduras y no podremos celebrar nuestro cumpleaños, al mes siguiente, en mi regreso un 9 de Octubre que llegaré a Matagalpa, se sentirá un ambiente extraño, me estaré arrepintiendo de haberlo animado a salir a celebrar nuestro cumpleaños el cuál lo tendríamos pendiente. Habrán muchas señales que me indiquen que no es momento para salir, y aún así me insistiría Adonis y llegaría a mi casa para salir a tomar y "celebrar". Iríamos a un bar cerca de casa por unos litros de cerveza, a cómo tradicionalmente a como buenos pobres de la vida alegre hacíamos antes de ir al "bar de categoría alta". Aparecería un amante de mi amigo, super ebrio invitándolo a dar una vuelta en su moto, inmediatamente yo me impondré para evitar un accidente pero no Adonis no me hará caso, hasta me empujará diciéndome que no me meta en su vida. Horas más tarde estaré en el hospital tratando de controlarme y prepararme para avisarle a la mamá que el murió. Desde la morgue, recordando que no existirá cumpleaños alegre.

Por ende, el año 2016 no celebraré por que aún me encontraré en el proceso de duelo por la muerte de mi confidente. Y una depresión severa y problemas de alcoholismo será tu dinámica por lo menos 6 meses. Ese año no lo recordarás. 

En el 2018 te encontrarás en el exilio, en Costa Rica. Pasarás llorando por estar solo, en una casa de acogida, otras personas depresivas, solicitantes de refugio de El Salvador, Honduras y Nicaragua te cantarán las mañanitas. Y con un gesto reafirmador, aborrecerás una vez tu cumpleaños. Esa misma noche, tendrás una pequeña hemorragia anal la cuál fue a consecuencia de una fisura provocada por un policía que te abusaría sexualmente en una celda de tortura en Nicaragua, consecuencia de la persecución política que te hizo exiliarte. 

El 2019 no será distinto, lleva con vos un año una nueva persona, que te odia, y tiene un plan para hacerte daño bajo la escusa de venganza por una infidelidad que le provocas. Desarrolla comportamientos maniáticos y no estará dispuesto a dejarte ir sin haberse vengado. Tu cumpleaños se lleva a cabo solo con un pastel, pero estás solo y un plan peligroso en la mente de quien dice amarte. 

En el 2020 el plan se ejecuta, estarás completamente enamorado, tratando de remediar y ruegas por el perdón. Pero, tu mundo se derrumba, pierdes una base social, tu empleo, tu pareja y eres difamado por los medios de comunicación bajo una supuesta denuncia por una agresión que no pasó, una denuncia que nunca existió y que tu historia casi termina a consecuencia de la depresión con la que cumpliste 30 años. 

En el 2021 es posible que se reviva el pasado suceso, te invadirá el dolor y denunciarás y te defenderás públicamente. Delatarás a todo participe de tus tristezas, requerirás de muchas energías. Pero, no dejarás de sufrir. 

Si, todo esto en tu cumpleaños. 

Australia de ensueño.

Australia de ensueño.   Si despierto, olvido todo lo vivido.   En una tarde del domingo siete de enero del 2024, vuelvo a verme al espej...