domingo, 16 de agosto de 2015

En la Triste Nicaragua...


¿Cuando me sentí ciudadano?.

“He iniciado a ver, a anhelar, a disfrutar de lo que la vida me enseña. Ya sea solo para verlo o ya sea para tocarlo, ¡para eso existen esas cosas!”

He comenzado a ejercitar mi razonamiento, al culminar mis estudios secundarios. Me encontraba en una etapa de identificación de ciertas herramientas indispensables para mi fortalecimiento integral y profesional.

Es importante para mí compartir que no somos ciudadanos y ciudadanas desde que tenemos cédula de identidad. Somos ciudadanos y ciudadanas desde que nacemos, desde que deseamos hacer algo y ese algo se realiza con apoyo de un estado.

“Pero en un momento dado, algunas de esas cosas iniciaron a ser prohibidas e inalcanzables. Y otras fueron arrebatadas bruscamente hiriendo mi alma”.

Desde que era un niño mi aporte a la comunidad había sido incondicional, porque me gusto apoyar y sentirme bien ayudando a otras personas. Recibí el reconocimiento y agradecimiento de muchas personas cercanas con quienes tuve contacto en esa etapa.

Desde ahí, mi responsabilidad social era mi esencia, siempre supe lo que iba  estudiar. Era humanidades.

Las opciones de mis estudios superiores, la universidad específicamente se convirtió en una gran gama de ofertas costosas. Partiendo de que el lucro por medio de la educación es una realidad latente en nuestro país. Mis energías iban bajando ante un sistema capitalista que no me favorecía y la ausencia del estado en impulsarme, en apoyarme.

Entré al proceso de búsqueda de oportunidades para solventar mis pagos universitarios en una de las universidades más prestigiosas en Nicaragua, ya que en las públicas no ofertaban la carrera de sociología. E ingresé sin mucho  conocimiento del desarrollo del mismo, sin la adecuada orientación de los pasos a seguir, ni de lo que me podría esperar al final del proceso. Muchos momentos que no podía pagar mis cuentas y  mi estadía en otra ciudad.

“Es entonces que me pregunto: ¿Por qué me son quitadas si la vida me las dió? ¿Cómo hago para recuperarlas? ¿Debería de hacer el intento para volver a verlas y disfrutarlas?

Dentro de esa experiencia que caló enormemente en mi forma de ser y ver la vida, mi capacidad de enfrentarme a esta y de administrar sus miles de maneras y formas de presentarse, yo nunca me di por vencido.

Trabajé para pagar mis estudios…

Mi tiempo era tan corto que tampoco podía estar en un trabajo “formal” de medio tiempo, por las actividades de activismo que cargaba a mi espalda. Es entonces que miré una oportunidad de entrar a lo “informal” para obtener dinero y pagar mis estudios.

“Aunque yo sepa que la vida las trajo para que las viera, no me conformo verlas detrás de una reja.”

El trabajo sexual se convirtió en la mejor opción.

Anduve con personas de poder político, financiero. Explicándolo de una manera generalizada. Para ser más específico, algunos son hasta narcotraficantes. Era una vida emocionante, no he de negar. Y muy bien pagada.

Sin embargo era arriesgada, pero pagaba mi carrera.

“Voy a recuperar esas cosas que la vida me  dió”

Era gozosamente emocionante la vida “informal” pero me cansé de ser tratado como un electrodoméstico y sentirme vacío dentro de ese círculo que no me permitía hablar. Me retiré, porque tuve una oferta de trabajo en una Organización No Gubernamental (ONG) que me garantizaba el pago de mi carrera y solventar mis gastos personales.

Además, dentro de mis momentos de meditación llegué a reconocer que el estado es el responsable de esa vida arriesgada, que hoy en día es la realidad de muchas y muchos adolescentes. Una vez más, no me sentía ciudadano.

“Continúo viéndolas de lejos”

 Considero que mi aporte en el activismo, promoción y defensa de Derechos Humanos de toda mi vida ha dejado algún resultado positivo en muchas conciencias de tomadores de decisiones.

Sin embargo, cada vez que me involucro más siento que me desintegro más rápido. Mis energías van bajando. Creo tener el panorama o la sensación, de que este es un juego eterno de la humanidad.


Me sentí ciudadano, cuando era inconsciente. Cuando era un niño que ignoraba todo. 

Seria lindo ser ciudadano no solo de un país... me gustaría ser ciudadano universal cuando hasta las fronteras caigan y tengamos oportunidades iguales y verdaderas.

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